En cada partido de fútbol, ​​el tiempo tiene una importancia particular, ya que determina la duración del partido en el campo, la intensidad de las pasiones y el número de ocasiones que cada equipo puede crear. A menudo se puede ver cómo, después de los 45 minutos principales de la primera parte, el cuarto árbitro aumenta el marcador con un cierto número de minutos adicionales: estos momentos se convierten en una verdadera prueba de nervios para los jugadores y los aficionados. Sin embargo, no todos conocen la verdadera razón de este “bono de tiempo” y los mecanismos por los cuales se calcula. El tiempo extra, o tiempo de descuento, en el fútbol es la parte del partido más difícil de predecir.

La aparición de estos minutos compensados ​​se debió al deseo de hacer el juego lo más justo posible para ambos equipos. Al fin y al cabo, en cada mitad del partido se producen inevitablemente pausas: pueden ser interrupciones por lesiones, sustituciones, retrasos tras los goles, conflictos en el campo, revisiones del vídeo VAR o incluso discusiones con el árbitro. El tiempo del juego en el que el balón está fuera de juego lo contabiliza el árbitro principal y decide el tiempo exacto para la compensación. Esto es una especie de mérito del árbitro: no hay fórmulas estrictas para calcular el número de minutos añadidos, pero el árbitro siempre intenta garantizar que ningún equipo obtenga una ventaja mediante demoras antideportivas del tiempo o interrupciones técnicas del ritmo del partido.

Muy a menudo, es en estos minutos que se decide el destino del partido: se marcan goles clave o surgen conflictos fuertes, porque la concentración en el campo alcanza su máximo. Para los futbolistas, estos momentos pueden ser tanto una oportunidad de salvación como una dolorosa pérdida de victoria; Para los entrenadores: una prueba de estrategia y nervios; Para los fans, un momento culminante de emociones. La importancia del tiempo extra es extremadamente difícil de sobreestimar, por lo que el fútbol moderno es claramente impensable sin este invaluable instrumento de justicia. Los minutos compensados ​​se convirtieron en parte del drama del fútbol, ​​​​añadiéndole imprevisibilidad y manteniendo a todos en suspenso hasta el final.