El regate en el fútbol es el arte de controlar el balón mientras se mueve, la capacidad de superar a un oponente y encontrar espacios incluso en una multitud densa en el campo. Para un principiante, dominar la técnica correcta del regate se convierte en un paso importante hacia la confianza en el juego; Es la capacidad de poseer el balón lo que te permite imponer tu juego, evitar pérdidas de balón y crear oportunidades de gol, incluso cuando parece que casi no hay espacio. Sin embargo, aprender a driblar con eficacia no es fácil, ya que esta habilidad requiere una buena coordinación, reacción instantánea y buena condición física.
En el corazón del regate está la sensación del balón. Por eso es importante practicar mucho por tu cuenta desde el principio, moviendo la pelota con diferentes velocidades, direcciones y fuerzas de toque. Tienes que aprender a driblar el balón con ambos pies sin apartar la vista del campo. Es este hábito —controlar la situación a su alrededor, supervisar al equipo y no perder la pelota— lo que gradualmente separa a un jugador experimentado de un principiante.
Durante las clases de regate, se debe prestar especial atención al trabajo en el cambio de ritmo y dirección del movimiento. Es igualmente importante aprender a disminuir la velocidad y acelerar de nuevo con el balón en los pies, porque la mayoría de los defensores esperan el movimiento habitual en línea recta. Vale la pena recordar que un regateador exitoso no necesariamente demuestra «fintas» de programas de televisión, sino que es capaz de driblar el balón de tal manera que elija la trayectoria óptima para el paso del oponente en cualquier momento.
Para desarrollar la técnica del regate, es útil utilizar diversos ejercicios con práctica en zonas limitadas del campo, sorteando fichas multicolores o pequeños obstáculos. Esto ayuda a aumentar la sensibilidad del pie, fortalecer los músculos de las piernas y acostumbrarse a cambios rápidos en la situación. Pero lo más importante para un principiante es la práctica regular y la paciencia. El regate se forma gradualmente, a través de muchas repeticiones e incluso errores, cada uno de los cuales es una experiencia para futuras acciones exitosas en el campo. Con el tiempo, el control del balón se convierte en intuición y el jugador aprende a utilizar el regate como un arma eficaz en su juego independientemente del nivel del oponente.